La curiosa invitación de Donald Trump a Salma Hayek: ¿Qué sucedió?

En un evento hace casi una década, el destino trajo a la actriz mexicana Salma Hayek y al expresidente Donald Trump a una inesperada interacción. Salma, conocida por su talento en el cine y su belleza, relató cómo Trump se acercó en un evento donde ella y su novio estaban presentes. Con un gesto amable, le ofreció su chaqueta porque notó que tenía frío. Sin embargo, lo que parecía una simple cortesía se transformó en un episodio entretenido que reveló las intenciones de Trump.

La conversación, que comenzó con un gesto amistoso, pronto giró hacia propuestas más personales. Trump invitó a Hayek y a su novio a cenar. Durante la cena, sin embargo, la actriz se dio cuenta de que Trump y su novio se estaban llevando la conversación, mientras ella se sentía relegada a un segundo plano. Después de esa noche, Trump, persuasivo como siempre, le pidió su número. Desde entonces, comenzó a llamarle insistentemente.

Lo más sorprendente fue la forma en que Trump intentó convencerla de que debía salir con él. Según el relato de Salma, Trump llegó a descalificar a su novio al decirle que no era lo suficientemente importante. «Tu novio no es importante, ¡sal conmigo!», le dijo Trump, dejando en claro su interés. Ante la insistencia, Hayek se cuestionaba cómo Trump podía ignorar su relación, reinando el asombro y la risa en la conversación con el entrevistador Trevor Noah.

Sin embargo, la historia toma tintes más oscuros cuando se considera cómo las palabras de Trump sobre los mexicanos han sido objeto de críticas. Desde sus inicios presidenciales, sus comentarios han sido considerados ofensivos por muchos. Así, la ironía de que un presidente, cuya retórica ha alejado a los mexicanos, haya mostrado interés en una prominente actriz latina es notable. Aunque Hayek rechazó a Trump, las preguntas sobre su impacto cultural y político permanecen.

Salma finalmente encontró el amor en su ahora esposo, François-Henri Pinault, lo que lleva a reflexionar sobre las decisiones que tomamos y cómo el destino siempre juega un papel. En este curioso capítulo de su vida, Hayek demuestra que algunas invitaciones, por encantadoras que sean, no siempre llevan a donde esperamos.